Las elecciones municipales y autonómicas han dejado buen regusto en el PSOE, pese a cosechar sus peores resultados en unos comicios locales en toda la democracia, puesto que los pactos le pueden abrir la puerta a recuperar buena parte del poder institucional perdido hace cuatro años.
La hemorragia de votos del PP ha transformado en victoria buena parte de los segundos puestos en las comunidades autónomas, al contrario que en los grandes municipios, donde los socialistas acumulan más decepciones.
Por ello, el 24M deja sonrisas y lágrimas a expensas de cómo se concreten las alianzas.
