
La dirección nacional del PP se resiste a hablar de "batacazo" en las elecciones municipales autonómicas de este domingo y subraya que ha "aguantado" el envite al ser primera fuerza en muchas plazas, pese a que ha sido una legislatura difícil en la que ha tenido que tomar "duras" medidas para afrontar la crisis económica, según han indicado fuentes 'populares'.
El mensaje que esta noche ha trasladado 'Génova' es que el PP ha "ganado" las elecciones y que los resultados demuestran que son la "opción mayoritaria de los españoles", con la "responsabilidad" de liderar "gobiernos estables" buscando pactos con la oposición, en palabras del vicesecretario de Organización y director de campaña del partido, Carlos Floriano.
Sin embargo, aunque el PP sea la fuerza más votada, no podrá revalidar muchos gobiernos y pierde bastiones clave. Así, se deja todas sus mayorías absolutas (hace cuatro años cosechó ocho y gobernaba en 11 de las 13 autonomías que concurrían este domingo a las elecciones). En el caso de Castilla-La Mancha, un feudo clave, la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, puede quedarse sin el gobierno (16 escaños el PP) si el PSOE (16) y Podemos (3) llegan a un acuerdo.
A la espera de tener resultados definitivos, los 'populares' van a ser desalojados seguramente de los gobiernos autonómicos de Baleares, Aragón y Comunidad Valenciana, en las que ni siquiera suman con Ciudadanos (C's). Solo en la Comunidad Madrid, Castilla y León, La Rioja y Murcia pueden mantenerse en el poder si logran el apoyo del partido de Albert Rivera. En el caso de Extremadura, ha ganado finalmente el PSOE.
En el caso de las municipales, la caída electoral del PP también es clara. Se ha dejado 2,5 millones de votos, retrocediendo a niveles de 1991. De hecho, desde 1995, el PP no había bajado nunca de los siete millones de sufragios en unas municipales y este domingo se ha quedado en los 5,9 millones (27,01 por ciento con el 98 por ciento escrutado).