El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, condenó el ataque en la ciudad ucraniana de Mariúpol, donde murieron al menos 30 civiles, y denunció la ofensiva lanzada por los rebeldes prorrusos en todo el este del país.
El secretario general condena contundentemente el ataque con misiles de hoy en la ciudad de Mariúpol", señaló su portavoz en un comunicado, en el que señaló que todo apunta a que los cohetes se dispararon de forma "indiscriminada contra áreas civiles".
Ello supondría, según el diplomático coreano, "una violación de la ley humanitaria internacional".
Además, Ban denunció la ruptura "unilateral" del alto el fuego por parte de los rebeldes y sus declaraciones "provocadoras" sobre su intención de hacerse con más territorios.
"Esto constituye una violación de sus compromisos bajo los acuerdos de Minsk", señaló el secretario general de la ONU.
Ban urgió a todas las partes a redoblar sus esfuerzos para revivir esos acuerdos y demandó la restauración de la "paz, la integridad territorial y la estabilidad de Ucrania".
Las autoridades ucranianas señalaron hoy como responsables del ataque en Mariúpol a los separatistas y a Rusia, a la que acusan de apoyar con armas y tropas a los rebeldes y también de estar detrás de todas las decisiones que toman los sublevados.
Mientras, los prorrusos han negado estar detrás del bombardeo y aseguran que Kiev usó su artillería contra la ciudad para provocar una escalada del conflicto.
Entre los fallecidos en el ataque están una niña de 15 años y un niño de unos cinco, mientras que entre los 93 heridos, algunos de los cuales están muy graves, hay al menos otros cinco menores.
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