La enfermera británica que contrajo el virus de ébola en Sierra Leona y que fue internada en su país se encuentra en estado crítico, informó su hospital.
"El hospital Royal Free London lamenta anunciar que la condición de Pauline Cafferkey ha empeorado gradualmente en los últimos dos días y ahora es crítica" explicó el comunicado.
"Mi pensamiento y rezos son para Pauline Cafferkey, quien se encuentra en un estado crítico con Ébola", reaccionó el primer ministro británico David Cameron en su cuenta en Twitter.
La primera ministra escocesa, Nicola Sturgeon, también expresó su solidaridad con Cafferkey y con su familia.
"Me gustaría agradecerle a todos los profesionales sanitarios que participan en el tratamiento de Pauline, que siguen mostrando una tremenda dedicación y pericia", dijo Sturgeon.
La paciente había aceptado en los últimos días recibir un tratamiento antiviral experimental y plasma sanguíneo extraído a una persona que haya superado la enfermedad, con la esperanza de que los anicuerpos presentes en el mismo la ayuden a combatir la enfermedad.
El miércoles los doctores informaron que la enfermera escocesa de 39 años estuvo sentada en la cama, leyendo y hablando con el personal sanitario, desde la tienda de aislación en la que permanece.
Cafferkey, que trabajaba en Sierra Leona para la organización Save the Children, había aceptado recibir plasma sanguíneo de un superviviente de la fiebre hemorrágica, además de un tratamiento experimental.
Sin embargo, el personal médico no pudo conseguir el compuesto ZMapp, un droga experimental con la el enfermero británico William Pooley logró superar la enfermedad, ya que éste se encuentra agotado.
En este sentido, el doctor Michael Jacobs, experto en enfermedades infecciosas que ejerce como consultor en el hospital Royal Free London, había advertido que el "ébola tiene una evolución muy variable y que los próximos días van a ser críticos".
Cafferkey, que trabaja para el Servicio Nacional de Salud en Escocia, viajó a Sierra Leona como voluntaria para ejercer como enfermera en un centro británico en Kerry Town, donde contrajo la enfermedad.