El índice de confianza del consumidor elaborado por el instituto económico Conference Board cayó en junio hasta los 50,4 puntos desde los 58, revisados nueve décimas al alza del mes anterior. Los analistas esperaban una caída de la confianza hasta los 56 puntos. El dato sirve para calibrar la confianza actual y futura de los particulares sobre el devenir de la economía estadounidense, así como su propensión al consumo. Esta variable, el consumo privado, supone casi un 70% del PIB de EEUU, de ahí su importancia de cara a determinar el crecimiento futuro de esta economía.