
"El Gobierno se siente indignado por las tarjetas opacas. Es una práctica que se ha mantenido en España durante varios años, que deja en evidencia que los mecanismos de control eran necesarios y se están llevando a cabo. Pone de manifiesto la importancia de la transparencia, y gracias a esto se están conociendo ahora. La transparencia hay que extender a todos los aspectos de la vida pública y social", ha expresado Sáenz de Santamaría.