
Las fuerzas kurdas apoyadas por la aviación estadounidense resistían los ataques del grupo Estado Islámico contra la ciudad siria de Kobane, un día después de la difusión de un vídeo con la decapitación de un rehén británico a manos de los yihadistas.
El primer ministro británico, David Cameron, habló de un "brutal asesinato" y Estados Unidos prometió continuar su ofensiva para debilitar y "destruir al EI", tras la ejecución de Alan Henning. Los yihadistas aseguran que lo decapitaron en represalia por los bombardeos británicos en Irak en el marco de la ofensiva encabezada por Estados Unidos.
En Siria, la ofensiva cuenta con el apoyo de los aliados árabes de Washington, que colaboran para impedir que los yihadistas se apoderen de Kobane (norte), una ciudad estratégica en la frontera con Turquía.
La coalición internacional atacó los frentes situados al sur y sudeste de la localidad, donde las fuerzas kurdas oponen una fuerte resistencia a los combatientes del EI desde el 16 de septiembre, indicó el Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH), que informó de la muerte de cinco yihadistas.
El ejército estadounidense confirmó cuatro bombardeos cerca de Kobane y cinco en Raqa y Hasaka (norte), donde según la ONG murieron 30 yihadistas.
Los combates se concentran al sur de Kobane, donde el EI intenta apoderarse de una colina estratégica, que le daría acceso a la ciudad defendida por las milicias kurdas y los rebeldes sirios, según el OSDH.
Una lluvia de obuses siguió cayendo sobre la ciudad, según Mustafa Ebdi, un activista en el terreno. "Los combatientes de Daesh (acrónimo del EI en árabe) decían que recitarían las oraciones del Eid (al Adha, la fiesta del sacrificio que se celebra este sábado) en Kobane pero por el momento no han entrado en la ciudad", recordó Ebdi.