
Alex Salmond. Imagen: Reuters
Judith Mora (Efe)
Aunque los políticos apenas han buscado su voto, los residentes no escoceses de Escocia pueden tener la clave de la victoria en un ajustado referéndum en que una sola papeleta podría decantar la balanza. Tras una campaña frenética y muy reñida, con enfrentamientos pasionales y encuestas que han ido acercando posiciones entre ambos bandos, tres sondeos publicados hoy amplían al 52 % la ventaja del 'no', cuatro puntos por delante del 'sí'.
Los datos de esas encuestas, publicadas en los diarios The Scotsman, Daily Mail y Daily Telegraph, excluyen el porcentaje de indecisos, que oscilaría entre el 14 y el 8% y puede ser clave en el resultado.
De un censo electoral de casi 4,3 millones de personas, se calcula que hasta un 14 % podrían ser ciudadanos de otras partes de las Islas Británicas, de la Unión Europea (UE) y de la Commonwealth (mancomunidad de excolonias británicas), con derecho a sufragio en virtud del acuerdo de Edimburgo firmado en 2012 y que sentó las bases de la consulta.
Paralelamente, unos 800.000 escoceses que viven fuera de Escocia no podrán pronunciarse mañana sobre el futuro del territorio donde nacieron. Aunque las encuestas apuntan a que los no escoceses -sobre todo el medio millón de ingleses, galeses y norirlandeses- abogan por la unión, son muchas las incógnitas que rodean la intención de voto de los extranjeros, parte de los cuales pertenecen al grupo de los indecisos.