
Los seis colores de la enseña más popular del activismo por la libertad sexual en el mundo se han quedado cortos, muy cortos, frente a los miles de colores y muchos más motivos con los que han adornado miles de ciudadanos en la gran fiesta reivindicativa que es el Orgullo Gay en Madrid.
Como eco de esa diversidad libre que promueve el MADO (Madrid-Orgullo) 2014, entre la estación de Atocha y la plaza de Colón, por el paseo del Prado y el de Recoletos, por la gran pasarela del Orgullo han desfilado piratas, indios, mariquitas, hombres-murciélago, abanderados y bailarinas con tutú, drag queens, diablos y diablesas, enamorados del gimnasio ceñidos en licra y algunos con muy poca ropa encima.
Pero también grupos de jóvenes que han tomado miles de metros cuadrados de césped para hacer sentadas-botellón y familias enteras que, en pie a ambos lados de la calle, han seguido la colorida y ruidosa -los tambores mandan- marcha civil.
El calor ha hecho del centro de Madrid un territorio donde los pantalones "short" han campado a sus anchas y sin duda ha sido el primer Orgullo de los 'selfie', el fenómeno de las autofotos, que también ha llegado al MADO.
Y mientras algunos celebraban y festejaban en pos del amor libre, otros han tratado de hacer en julio su agosto con carritos de la compra atestados de latas de cerveza o enviando grupos de jóvenes musculados a la manifestación con las señas del gimnasio más orgulloso de la ciudad.