La aerolínea estadounidense ha anunciado que reducirá su plantilla en 3.000 personas debido a la escalada de precios del combustible y al debilitamiento de la economía del país. Además, recortará su flota en 67 aviones y rebajará la capacidad. Por su parte, el CEO de la companía, Larry Kellner, y el presidente, Jeff Smisek, han renunciado a sus sueldos para el resto del año.