El consejero delegado de Endesa, Rafael Miranda, recalcó hoy que la fuga de la central nuclear de Ascó (Tarragona) no comportó peligro para la población, aunque reconoció que hubo "ingenuidad" en el tratamiento del asunto. "Ha podido haber ingenuidad, pero en energía nuclear no es asumible", dijo. Con todo, defendió la "transparencia" y "cuidado" con los que la central ha gestionado el escape de partículas e insistió en varias ocasiones en que "lo importante es que no ha habido ningún peligro para el medio ambiente, ni la población, ni los trabajadores".
