El presidente de Yemen, Abdo Rabbu Mansour Hadi, ha asegurado que el atentado perpetrado contra el primer ministro, Mohamed Salem Basindwa, fue "un hecho aislado", por lo que su repercusión mediática solo busca dañar la imagen internacional del Gobierno.
"Es un hecho aislado que no ha tenido impacto, por lo que su mención en la prensa solamente persigue dañar la reputación del Gobierno, en particular, y la del país, en general", ha dicho, en declaraciones recogidas por la agencia de noticias oficial, SABA.
El atentado fallido tuvo lugar en la tarde, cuando hombres armados abrieron fuego contra el convoy de vehículos que escoltaba al primer ministro desde su oficina a su casa en la capital yemení, Saná.
Alí al Sarari, uno de los asesores de Basindwa, ha revelado que los guardaespaldas lograron ver la matrícula del coche del que procedían los disparos, por lo que ya se ha puesto en marcha una investigación para localizar y detener a los autores.
El ataque se ha producido justo después de que el primer ministro haya anunciado una serie de medidas para corregir los "errores" del pasado, dirigidas sobre todo a los houthis, grupo chií que desafía la autoridad del Gobierno en el norte, y a los secesionistas del sur.
El proceso comenzó el pasado 21 de agosto, cuando el Gobierno de Hadi pidió perdón a los houthis y a los secesionistas del sur por las guerras mantenidas contra ambos grupos durante el régimen de Alí Abdulá Salé (1990-2011).
Apenas una semana después, Bansidwa anunció que el Gobierno prepara una amnistía general e irrevocable para los presos políticos y los detenidos ilegalmente.
El jefe de Gobierno también reveló que trabajan en un proyecto de ley para que las propiedades que fueron arrebatadas por el Estado a sus legítimos dueños por cuestiones políticas sean restituidas.
Asimismo, el 'premier' adelantó que el equipo gubernamental "revisará el actual currículum educativo para garantizar el respeto a la diversidad étnica y regional de Yemen".
