La Comisión Europea recortó hoy la previsión de crecimiento para España al 2,2% del producto interior bruto (PIB) este año --cinco décimas menos de lo que había pronosticado el pasado mes de febrero-- y al 1,8% en 2009. Esta reducción se debe al ajuste en el sector de la construcción y el enfriamiento del consumo privado. Las cifras de Bruselas son ligeramente más pesimistas que las presentadas por el vicepresidente del Gobierno, Pedro Solbes, en su última revisión el pasado viernes, que apuntan a un crecimiento del 2,3% tanto en 2008 como en 2009.