Michel Zollweg, presidente de la Oficina de Vigilancia del Mercado alemán, declaró a la Brigada financiera gala que el banco francés "no podía ignorar las posiciones asumidas por Jérôme Kerviel" y que Société Génerale intentó "de manera deliberada" engañar a las autoridades. Según indicó, el nombre de la entidad financiera aparecía ya en los ordenadores del regulador bursátil, igual que el de Kerviel, el único que iniciaba las compras del banco galo, por lo que el banco "tenía que estar al al corriente de las operaciones de su broker".