La inmobiliaria y Sacresa, sociedad de los Sanahuja, han puesto en marcha su proceso de fusión, que constituye uno de los últimos pasos del proceso de segregación y reestructuración de Metrovacesa puesto en marcha el pasado año. Con la operación, los Sanahuja persiguen reforzar la inmobiliaria, evitar un eventual posible conflicto de intereses (al separar su negocio patrimonialista del de promoción que realizan al margen de Metrovacesa) y, además, "garantizar la continuidad de los proyectos y actividades vinculados" a dicho patrimonio, según consta en el informe de fusión remitida hoy a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).