
Chipre ha vivido con expectación e incertidumbre una jornada considerada crucial para el futuro de la pequeña isla-estado y su economía bancaria, atenta a lo que esta noche se negocia en Bruselas.
El presidente chipriota, el conservador Nikos Anastasiadis, partió en la mañana de hoy hacia Bruselas en un jet cedido por el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, mientras los medios locales describían la jornada como "crucial" y "crítica".
"Las negociaciones continúan. Estamos haciendo el máximo esfuerzo por Chipre", dijo Anastasiadis en su cuenta de Twitter en su única señal pública de vida a lo largo del día.