La cementera mexicana, la tercera mayor del mundo, buscaría negociar su salida total de Venezuela en medio de la nacionalización del sector, y usar la compensación por sus activos para reducir su deuda. El país gobernado por Hugo Chávez anunció recientemente su intención de tomar el control al menos un 60% de los activos de las unidades de Cemex, la francesa Lafarge y la suiza Holcim.