
La España de los casi seis millones de parados, la de las duras recetas contra el déficit, la que no confía en su clase política, es también la de frecuentes vínculos entre las grandes empresas y antiguos miembros del gobierno.
Los recientes escándalos relacionados con supuestos pagos ocultos en el seno del partido en el Gobierno han aumentado una crispación social que ha llevado la confianza de los ciudadanos en la clase política a mínimos históricos. Los últimos datos de la encuesta oficial del CIS revelan que, tras el paro y la situación económica, los políticos y la corrupción figuran entre las principales preocupaciones de los españoles.[ID:nL6N0AI298]
Desde ex presidentes de Gobierno a antiguos ministros, secretarios de Estado o, incluso comisarios europeos, más de una treintena de ex altos cargos, familiares de políticos o personas vinculadas a la Casa Real están a sueldo de diez de las mayores empresas cotizadas españolas en una práctica lícita pero que, en ocasiones, genera polémicas de carácter ético o incluso estético.
"Resulta lógico que las empresas incorporen a algún consejero procedente de la Administración, que les pueda asesorar sobre las formas del poder, lo mismo que los grandes despachos de abogados contratan ex fiscales o ex magistrados (...) pero hay una serie de cuestiones que, a mi modo de ver, enturbian determinados casos", explicó a Reuters Reyes Calderón, Decana de la Facultad de Economía de la Universidad de Navarra y profesora de Gobierno corporativo, quien califica de "laxa" la legislación.