Partidarios de grupos conservadores que se oponen a los esfuerzos del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, para fortalecer el control de las armas, celebraron un Día nacional de apreciación de las armas.
Congregados en tiendas de venta de armas de fuego y polígonos de tiro, llevaron copias de la constitución de EE.UU., diciendo que estaban defendiendo la segunda enmienda, que consagra el derecho a portar armas.
Obama anunció un plan para reintroducir una prohibición a los fusiles de asalto y limitar los cargadores a diez balas.
El debate por el control de armas se reavivó a raíz de que un individuo mató a 26 personas en la escuela primaria de Sandy Hook en Connecticut hace apenas un mes.