Un equipo británico empezó a excavar en Rangoon, capital de Birmania, en el lugar donde se cree que puedan estar enterrados más 30 aviones caza de la Segunda Guerra Mundial.
Las excavaciones se realizan en terrenos del aeropuerto de la ciudad, donde según testigos y estudios de suelo indican que los aviones, del modelo Spitfire, puedan haber sido enterrados en la antigua colonia británica.
El equipo de búsqueda, en el que participa un arqueólogo, un geofísico y un testigo, esperan en unas seis semanas de trabajo sacar las aeronaves, que se supone que hayan sido perfectamente empacadas antes de haber sido enterradas.
Los responsables del equipo estiman que en total unos 120 cazas Spitfire, el avión más usado por la Real Fuerza Aérea durante la última conflagración global, estén en similares condiciones en otros sitios de Birmania.
En la actualidad solo existen cincuenta Spitfire operativos, por lo que el eventual descubrimiento de las aeronaves se considera un verdadero tesoro histórico y tecnológico.