La Comisión Europea ha expresado su preocupación acerca de que la apreciación de la divisa comunitaria pueda representar un riesgo para el crecimiento de la zona euro, pero mantuvo en un 1,8% su previsión para la región en 2008. Además, Bruselas ha manifestado que existe una "creciente incertidumbre" sobre la duración de las turbulencias financieras, así como sobre su impacto económico real y las instituciones afectadas. "En el caso de la zona euro, el impacto de la desaceleración estadounidense dependerá además de la evolución de los tipos de cambio", señala la Comisión en su informe.