
El candidato republicano a la Casa Blanca, Mitt Romney, hizo una pausa este domingo en la preparación del debate contra el presidente Barack Obama el lunes y presenció en la playa un partido de fútbol en Florida entre miembros de su campaña y los periodistas que le acompañan.
Pese a estar escoltado por personal de seguridad, los periodistas no dudaron en preguntarle si negociaría directamente con Teherán sobre el programa nuclear iraní, si gana los comicios del 6 de noviembre, siguiendo una información publicada el sábado por The New York Times sobre un acuerdo entre Estados Unidos e Irán y desmentida rápidamente por la Casa Blanca.
"Chicos, esto es un partido de fútbol. ¡Vamos!", interrumpió uno de los asesores del republicano.
Romney sonrió y dijo: "Pensaba que estabais hablando del cara a cara con el presidente. Estaba a punto de responder".
Preguntado por cómo se sentía ante el último debate presidencial de la campaña, que se celebrará la noche del lunes en Boca Raton (Florida, sureste) y tratará sobre política exterior, Romney respondió tajante: "Estoy listo para el fútbol".
Sobre la arena, el republicano pidió a los capitanes de ambos equipos que se dieran la mano y luego lanzó al aire una moneda para determinar qué formación comenzaría el partido.
El partido finalizó en empate entre ambos equipos.
Por la mañana, Romney y su esposa Ann habían acudido a misa en una iglesia cercana a Boca Raton.
En las últimas semanas, el republicano ha logrado recuperar la ventaja que Obama le sacaba en la gran mayoría de encuestas, llegando incluso a superarle por pocos puntos en algunos sondeos.