El primer ministro de Japón, Yoshihiko Noda, señaló este domingo que su gobierno está instando a las autoridades chinas a que tomen medidas para detener la violencia contra los ciudadanos y empresas japonesas en China.
En medio de protestas masivas en varias ciudades chinas, provocadas por la nacionalización de Japón de las disputadas islas Senkaku, Noda afirmó en un programa de Fuji Television Network que "estamos presentando una protesta por la quema de la bandera de Japón".
"Vamos a seguir adoptando una actitud resuelta pero con una amplia perspectiva para tratar la problemática sin perder la calma. Japón pedirá a la parte china hacer lo mismo", agregó el primer ministro, reportó la agencia japonesa de noticias Kyodo.
Sus comentarios se produjeron después de que decenas de miles de manifestantes realizaron violentas manifestaciones anti-japonesas ayer sábado en más de 50 ciudades de China.
Los manifestantes se oponen al anuncio de Tokio sobre la compra de tres islas del conjunto de islotes que forman la Senkakus, que en China las llaman Diaoyu, ubicadas en el Mar Oriental de China y desde hace décadas su soberanía es reclamada por ambos países.
El gobierno de Tokio mantiene que las islas Senkaku son parte integral de su territorio y que no existen disputas entre los dos países, sin embargo China reclama un derecho histórico sobre la soberanía de las islas que se encuentran deshabitadas.
Manifestantes chinos realizaron más manifestaciones contra Japón este domingo en Pekín, un día después de que más de 80 mil personas salieron a las calles en al menos 57 ciudades para denunciar la nacionalización de Japón sobre el grupo de islotes.
Las manifestaciones se llevaron a cabo también en otras grandes ciudades, como Shanghai y Hangzhou, en la provincia de Zhejiang, además en Guangzhou, en la provincia de Guangdong.
Varios grupos comenzaron a marchar en una calle en frente de la embajada japonesa en la capital china en la mañana de este domingo, afirmando que China tiene la soberanía sobre sobre las islas Senkaku.
Esto marca el sexto día consecutivo de manifestaciones anti-japonesas en frente de la embajada de Japón desde el anuncio el martes pasado de que el gobierno del primer ministro Noda había nacionalizado las islas en disputas.