Una ola de furiosas protestas en contra de Occidente por un filme rodado en Estados Unidos que denigraba al profeta Mahoma se calmó un poco, aunque la política estadounidense en el mundo musulmán seguía siendo opacada por el video de 13 minutos que fue difundido en internet.
Washington ordenó a familiares y a personal no esencial que abandone la embajada de Estados Unidos en Jartum, que fue atacada el viernes, después de que Sudán rechazó su solicitud de enviar a infantes de marina para fortalecer la seguridad.
Además, retiró a personal no esencial de su embajada en Túnez, que también fue atacada e instó a ciudadanos estadounidenses a abandonar la ciudad.
Pelotones de infantes de marina han sido enviados a las misiones de Estados Unidos en Yemen y Libia desde que se desataron las manifestaciones.
En otros lugares, la policía antidisturbios irrumpió en la Plaza Tahrir de El Cairo y rodeó a cientos de manifestantes a primera hora del sábado, luego de cuatro días de escaramuzas y demandas de manifestantes para que el embajador estadounidense sea expulsado.
La más alta autoridad religiosa de Arabia Saudita denunció que los ataques a los diplomáticos y las embajadas a través de Oriente Medio no están en línea con los preceptos islámicos.
En contraste, el brazo de Al Qaeda en Yemen exhortó a musulmanes a intensificar sus protestas y asesinar a diplomáticos estadounidenses en Libia, al calificar el filme como otro capítulo en la "guerra de los cruzados" contra el Islamismo.
Un hombre de California con antecedentes de fraude bancario fue interrogado por agentes estadounidenses, en medio de una investigación sobre una posible violación de su libertad condicional y el rodaje del filme.
Nakoula Basseley Nakoula, un cristiano copto de 55 años, fue entrevistado voluntariamente por funcionarios federales en la estación del alguacil en Cerritos, un suburbio de Los Angeles, y se retiró del lugar cerca de 30 minutos después de ingresar, explicó Steve Whitmore, portavoz del Departamento del Alguacil del Condado de Los Angeles.
CALMA RELATIVA
Los talibanes de Afganistán se adjudicaron la responsabilidad por un ataque a la base que causó la muerte de dos marines estadounidenses, asegurando que fue una respuesta a los insultos al fundador del Islam.
Y cientos de musulmanes se tomaron las calles de la mayor ciudad australiana, arrojando piedras y botellas en enfrentamientos con la policía. Algunos portaban pancartas con la consigna "decapiten a todos a aquellos que insulten al profeta".
Cerca de 80 militantes islamistas fueron arrestados en París mientras intentaban protestar fuera de la embajada de Estados Unidos cerca de los Campos Elíseos, dijeron fuentes de la policía francesa.
No obstante, se respiraba una relativa calma después de que al menos nueve personas murieron en el mundo musulmán el viernes durante protestas y ataques a las embajadas estadounidenses y otros consulados de Occidente.
Las autoridades libias identificaron a 50 personas que estuvieron involucradas en el ataque al consulado de Estados Unidos en Bengasi, donde murió el embajador norteamericano Christopher Stevens.