
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y su rival republicano, Mitt Romney, continuaban este sábado su férrea competencia en estados indecisos, en los que tratan de conseguir un margen de ventaja tras las convenciones de sus respectivos partidos.
Luego de ser investidos oficialmente como candidatos en sendas convenciones nacionales, que dejaron pocos cambios notables en los sondeos, Obama y Romney se batirán en los próximos dos meses, hasta el 6 de noviembre, en una ajustada carrera por la Casa Blanca.
Mientras Obama cortejaba a los votantes en el mayor campo de batalla electoral de Estados Unidos, el estado de Florida (sureste), Romney se encontraba en el muy disputado Virginia (este) tratando de aprovechar el efecto de un informe publicado el viernes sobre la difícil situación del empleo en el país, que le dio una excusa para atraer a electores indecisos.
La misión es "convencer a muchos votantes que aún no se han convencido", explicó a los periodistas Kevin Madden, asesor de Romney, momentos antes de que el candidato republicano arribara a Virginia Beach para un mitin.
En su primer mitin del día, frente a una sólida multitud de 11.000 personas, el presidente fue presentado por Charlie Crist, el exgobernador republicano de Florida que posteriormente renunció al partido para convertirse en independiente y que ahora apoya a Obama.
"Tenemos un líder con la cabeza fría, su nombre es Barack Obama", dijo Crist en St. Petersburg, cerca de donde tuvo lugar la convención republicana en Tampa hace dos semanas.
"Él está trabajando duro por la clase media, está trabajando duro por Florida", agregó Crist, quien fue derrotado en una elección primaria para el Senado en 2010 por Marco Rubio, la ascendente estrella republicana que fue respaldada por el movimiento Tea Party.
Obama tenía previsto cruzar de una costa a la otra del estado a través de Orlando, y culminaría el viaje en Florida en West Palm Beach a última hora del domingo.
"Si el presidente Obama cautiva a Florida, con sus 29 votos electorales, ahí están las elecciones", dijo el senador demócrata de Florida Bill Nelson.
Varias encuestas han señalado un leve impulso en favor de Obama luego de las convenciones, con su índice de aprobación Gallup en 52 puntos, por encima del umbral del 50% considerado imprescindible para que un presidente sea reelegido.
Los datos podrían tener que ver con la buena percepción de los discursos en la convención de la primera dama, Michelle Obama, y del expresidente Bill Clinton, según la mayoría de los electores entrevistados antes de que Obama subiera al escenario en la noche del jueves.