Según el presidente del Banco Mundial, Robert Zoellick, la crisis actual en los mercados financieros es muy diferente de las registradas en el pasado porque la economía de los países de ingresos medios sigue creciendo. "En las anteriores turbulencias (financieras), los problemas empezaron en países en desarrollo, pero ésta empezó en países desarrollados", explicó. No obstante, opinó que "los países no son inmunes" y que el impacto de la crisis en los sectores comercial y financiero se dejará sentir, de modo que "hay que actuar con prudencia". El responsable del Banco Mundial también destacó que el alto precio de las materias primas es a la "vez una bendición y un peligro" porque al igual que beneficia a los países productores con una mayor riqueza, incrementa el riesgo decorrupción.