
Los banqueros centrales que se reunieron en Wyoming, Estados Unidos, esta semana para decidir si es necesaria una mayor acción de política monetaria para contener el desempleo persistentemente alto oyeron argumentos poderosos a ambos lados del debate y se van con muchas preguntas sin responder.
Los consejeros de bancos centrales de Europa y Estados Unidos que enfrentan un débil crecimiento y un desempleo dolorosamente alto luchan con el tema de si un estímulo monetario adicional pudiera hacer más daño que bien.
Cuando el simposio anual en Jackson Hole terminaba y algunos de los banqueros centrales más importantes del mundo volvían a casa, un ex vicepresidente de la Reserva Federal estadounidense resumió el tema clave abordado en la reunión.
"¿Qué está conteniendo a la economía? ¿Por que henos tenido una política monetaria tan increíblemente acomodaticia por tanto tiempo (pero) hemos tenido tan poco crecimiento? Creo que sigue siendo una incógnita", dijo Donald Kohn, que ahora ocupa un alto cargo en Brookings Institution en Washington.
El presidente de la Fed, Ben Bernanke, que citó "graves" preocupaciones sobre estancamiento en el mercado laboral en comentarios que fueron considerados como una defensa de una nueva ronda de compras de bonos por parte del banco central estadounidense, habló sobre vientos en contra que obstruyen una recuperación, que incluyen la crisis de deuda europea y la política fiscal estadounidense.
El presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, canceló su asistencia a la conferencia para quedarse en casa y prepararse para una reunión del jueves, en la que podría presentar un controvertido plan para que el BCE compre bonos del Gobierno de España e Italia para ganar tiempo para que la región lidie con su crisis de deuda.
Adam Posen, que el viernes dejó de ser un miembro del comité de política monetaria del Banco de Inglaterra y que es un poderoso partidario de que los bancos centrales realicen una acción más enérgica, hizo la misma pregunta que Kohn: "¿Por qué estas tasas de interés a corto plazo más bajas no lograron reactivar a la economía?".
Sin embargo, Posen culpó desdeñosamente al "derrotismo" de los bancos centrales, preocupados sobre la interferencia en el funcionamiento apropiado de los mercados y de dañar su credibilidad.
Afirmó que los consejeros de bancos centrales en Europa y Estados Unidos no deberían gastar tiempo y extender los programas de compras de activos para impulsar al crecimiento.
LIMITES AL PODER
Un sondeo de Reuters divulgado la semana pasada reveló enérgicas expectativas de que Draghi exponga planes para que el BCE compre deuda gubernamental para reducir los costos del crédito de España e Italia.
Sin embargo, es improbable que el BCE establezca un límite, o un nivel definido en el cual entre al mercado, sobre esos rendimientos, según el sondeo.
Los economistas estaban divididos respecto a si el BCE recortará su principal tasa de refinanciamiento desde un 0,75 a un mínimo nivel récord de un 0,5 por ciento la próxima semana. Un recorte de tasa en octubre parecía igualmente probable.
Un sondeo de Reuters también arrojó que el Banco de Inglaterra probablemente aumente su programa de alivio cuantitativo de 375.000 millones de libras esterlinas con una ronda final de compras de bonos de 50.000 millones de libras esterlinas, pero no antes de noviembre.