Un tribunal chino decidió conmutar la pena de muerte en pena de cárcel probablemente perpetua para Gu Kailai, esposa del exdirigente caído en desgracia Bo Xilai, que admitió durante su juicio haber envenenado a un empresario británico.
Durante el juicio, Gu admitió haber envenenado al británico Neil Heywood. El proceso constituyó el punto crítico en un espectacular escándalo que estalló en marzo de este año con la remoción y posterior detención de su marido, Bo Xailai, entonces estrella en ascenso en el Partido Comunista de China, del que era líder en la enorme ciudad de Chongqing, donde ocurrió el crimen.
El juicio de Gu, una reconocida abogada internacional de 53 años, se celebró ante un tribunal de Hefei (este), en una única sesión.
Durante el proceso la defensa no rebatió la acusación de homicidio intencional que pesaba sobre Gu por la muerte en noviembre de 2011 de Heywood, de 41 años, envenenado con cianuro en un cuarto de hotel de Chongqing.
La acusación sostuvo que fue la propia Gu quien puso el veneno después de haberlo emborrachado.
El caso se convirtió en uno de los más sonados escándalos en China y selló el destino de Bo, cuestionado ya por sus métodos autoritarios, sus tentativas de resucitar usos y costumbres de la época maoísta y algunos tejemanejes financieros.