La expansión económica de Japón se desaceleró más de lo esperado en el segundo trimestre, dado que un repunte en el gasto del consumidor empieza a perder impulso y que la crisis de deuda de Europa afecta a la demanda global, mostraron el lunes datos oficiales.
La tercera mayor economía mundial creció un 0,3 por ciento entre abril y junio frente al trimestre previo.
El crecimiento fue menor a la estimación promedio de crecimiento de un 0,6 por ciento, según un sondeo de Reuters, y se da luego de una expansión revisada de un 1,3 por ciento entre enero y marzo.
El dato resalta el creciente temor del Banco de Japón a que la desaceleración en las exportaciones afecte al crecimiento económico en el segundo semestre del año, lo que podría preparar las condiciones para medidas de alivio monetario adicionales en los próximos meses.
La cifra del Producto Interno Bruto (PIB) de Japón se traduce en una expansión anualizada de un 1,4 por ciento, menor a la estimación promedio de un 2,5 por ciento de crecimiento anualizado y por debajo del 1,5 por ciento de incremento anualizado en Estados Unidos en el mismo trimestre.
"La economía de Japón se mantiene en una tendencia alcista conducida por la demanda doméstica", dijo el ministro de Economía, Motohisa Furukawa, en un comunicado emitido después de publicar los datos.
El consumo privado, que corresponde a cerca de un 60 por ciento de la economía, creció un 0,1 por ciento, frente a la estimación promedio de un 0,3 por ciento.
Los datos mostraron que la demanda externa recortó 0,1 puntos porcentuales del PIB, mientras que la demanda doméstica contribuyó con 0,4 puntos.
Se espera que la economía de Japón tenga un desempeño superior al de sus pares del G7 este año, gracias a una demanda doméstica sólida.
No obstante, los analistas han recortado sus previsiones para la producción industrial, a medida que la desaceleración en la economía global se hace más pronunciada.
El Banco de Japón mantuvo estable su política monetaria la semana pasada, pero rebajó la evaluación de la producción industrial y de las exportaciones, un indicio de que está listo para aliviar más la política si las perspectivas de recuperación de Japón se ven amenazadas.