El consumo de cemento en España cayó un 7,02% durante los dos primeros meses del año en relación al mismo periodo de 2007, hasta situarse en 8,45 millones de toneladas, según informó Oficemen. La patronal cementera atribuyó la caída al "cambio de ciclo que experimenta la economía española y, en concreto, el sector de la construcción". Según Oficemen, la industria cementera española está afrontando este nuevo escenario ajustando su producción y variando sus cifras de comercio exterior, esto es, reduciendo las importaciones y elevando las exportaciones.