En un momento en el que expertos y analistas dudan de la supervivencia de pequeñas promotoras ante la crisis que atraviesa el sector inmobiliario, la entidad financiera Cajasol reconoce que ha endurecido las condiciones de los préstamos a la promoción e incluso no financia operaciones para viviendas en costa o suelo rústico. 'No financiamos nada en suelo a largo plazo. La vivienda en costa (para segunda residencia) no se financia o se financia con unas condiciones muy duras, y tampoco operaciones para campos de golf', dijo el martes el Jefe del Grupo Empresas Inmobiliarias de la caja de ahorros andaluza, José Aguilar Martín.
El conjunto del mercado residencial vive una intensa desaceleración pero la crisis es particularmente aguda en el mercado de segunda residencia que hasta hace un par de años vivió un momento dulce apoyado en la demanda de extranjeros y el crecimiento de la economía nacional. 'No hay mercado extranjero, el mercado nacional es muy reducido y no hay mercado de inversores', dijo el directivo tras participar en una conferencia sobre el sector organizada por el Instituto de Fomento Empresarial (AFE).
Tanto para dar nueva financiación como para refinanciar deuda antigua, Cajasol ha incorporado requisitos como la garantía de un cierto nivel de ventas anticipadas en los proyectos o que los accionistas aporten recursos propios. 'Los promotores deben aportar recursos propios. Además, el grado de apalancamiento (Loan To Value) exigido debe ajustarse a la tipología de activos', dijo Aguilar. 'En la refinanciación, se endurecen mucho las condiciones económicas. Se exige que se aporte recursos propios, se exigen más garantías, más apoyo financiero de los accionistas, como avales o dinero', señaló. En torno a un 65% de los créditos concedidos por Cajasol están dirigidos a promoción e hipotecas.