Tropas sirias comandadas por el hermano del presidente Bashar al-Assad y apoyados por helicópteros de guerra expulsaron a combatientes rebeldes de un distrito de Damasco una semana después de que insurgentes lanzaron una ofensiva mayor contra la capital.
Miembros de la Cuarta División del Ejército sirio bajo el comando de Maher al-Assad, una temida figura de línea dura, ejecutaron a varios jóvenes durante la operación para recuperar el control del distrito de Barzeh, en el norte de Damasco, dijeron un testigo y activistas.
Fuerzas del Gobierno han lanzado una determinada lucha desde que rebeldes llevaron su batalla para derrocar a Assad a la capital y mataron a cuatro de los más cercanos aliados del presidente en un ataque bomba en una reunión de altos funcionarios de seguridad el miércoles pasado.
En una nueva escalada de un conflicto que rápidamente se convierte en una guerra civil, se intensificaron los enfrentamientos alrededor de las principales oficinas de inteligencia de la segunda mayor ciudad de Siria, Aleppo, y en Deir al-Zor, en el oriente.
Fuerzas sirias recuperaron el control de uno de dos puestos fronterizos capturados por rebeldes en la frontera con Irak, dijeron funcionarios iraquíes, pero los rebeldes aseguraron que habían capturado un tercer cruce fronterizo con Turquía, Bab al-Salam, al norte de Aleppo.
"Capturar los cruces fronterizos no tiene importancia estratégica pero tiene un impacto sicológico porque desmoraliza la fuerza de Assad", dijo a Reuters por teléfono el brigadier Faiz Amr, desertor del Ejército sirio en Turquía.
"Es una muestra de progreso para los revolucionarios, pese al poder de fuego superior de las tropas de Assad", agregó.
Los rebeldes también tomaron una escuela de infantería del Ejército en el poblado de Musalmiyeh, a 16 kilómetros al norte de Aleppo, y capturaron a varios oficiales leales al régimen, mientras que otros desertaron, dijo un alto desertor militar con sede en Turquía y fuentes rebeldes dentro de Siria.
"Esto es de gran importancia estratégica y simbólica. La escuela tiene depósitos de municiones y formaciones blindadas y protege la entrada norte de Aleppo", dijo a Reuters por teléfono el brigadier general Mustafa al-Sheikh desde la localidad de Apayden, en la frontera con Turquía.