
La violencia dejó este sábado más de 115 muertos en Siria en donde los observadores de la ONU afirmaron que el ataque a la localidad de Treimsa (centro), en el que murieron el jueves más de 150 personas según una ONG siria, fue contra viviendas de desertores y militantes.
La misión de observación de la ONU en Siria indicó el sábado que el ataque perpetrado el jueves por el ejército sirio en la localidad de Treimsa, calificado por la oposición siria y parte de la comunidad internacional como una "masacre", "parecía dirigido contra grupos y viviendas específicas, en su mayoría de desertores y militantes".
"Había charcos de sangre y manchas de sangre en las habitaciones de varias viviendas, así como casquillos", indicó en un comunicado Sausan Ghosheh, portavoz de la misión que el sábado inspeccionó Treimsa.
El bloqueo es total entre las potencias occidentales y Rusia, principal sostén del régimen sirio. Las dos partes se oponen sobre dos proyectos de resolución del Consejo de Seguridad, uno que amenaza a Damasco con sanciones y el otro no.
Ban Ki-moon dijo que el Consejo tendría que enviar "un mensaje fuerte a todos de que habrá serias consecuencias" si no se observa el plan de paz del emisario Kofi Annan.
Sin embargo, la oposición critica cada vez más a Annan, por considerar que no logra presionar a Asad como debiera. Así, manifestantes instaron el viernes a "retirar a Annan, lacayo de Asad y de Irán".
Por su parte, Teherán reiteró este sábado estar dispuesto a "desempeñar su papel" junto a otros países de la región para tratar de entablar un diálogo entre el gobierno y la oposición en Siria.
Esta sábado Ban Ki-moon exhortó al ministro de Relaciones Exteriores de China a utilizar su "influencia" para ayudar a presionar al presidente de Siria Bashar al-Asad a poner fin al conflicto en ese país, indicó un portavoz.
La secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, había dicho el viernes que todo parecía indicar que "el régimen asesinó deliberadamente a civiles inocentes".
Según el OSDH, más de 17.000 personas han perecido desde mediados de marzo de 2011 cuando empezó una revuelta popular que se militarizado con el paso de los meses frente a la prepresión brutal del régimen.