
El papa Benedicto XVI no tuvo respiro ayer del escándalo de filtraciones, luego de que un periódico italiano publicó documentos que demostraban que su mayordomo no era la única persona que tenía correspondencia confidencial sobre asuntos polémicos del Vaticano.
El papa, de 85 años, participó ayer de un encuentro internacional en el que elogió los valores tradicionales de la familia católica y volvió a declarar su oposición al matrimonio entre personas del mismo sexo.
En su edición dominical el periódico romano La Repubblica publicó documentos que dijo recibir anónimamente tras el arresto del mayordomo del papa, Paolo Gabriele, el 23 de mayo. Una nota recibida por el periódico decía que había ?cientos (de documentos) más? y que Gabriele (de 45 años), es solo un chivo expiatorio.
La persona que envió los documentos al periódico dijo que el cardenal Raymond Burke, un estadounidense que dirige un departamento del Vaticano; y el secretario de Estado del papa, el cardenal Tarcisio Bertone, son ?realmente los responsables de este escándalo?.
El furor creado por la correspondencia filtrada, que muestra un hambre de poder entre los cardenales y maquinaciones entre muros, se apoderó del Vaticano justo cuando se recuperaba de un largo escándalo sobre casos de abusos sexuales protagonizados por sacerdotes católico romanos en Estados Unidos, Irlanda y otros países.
El mayordomo Gabriele, quien está retenido en un ?lugar seguro? en la estación de policía del Vaticano, sería interrogado esta semana por un fiscal del Vaticano, quien decidirá si hay bases para llevarlo a juicio.
Gabriele enfrenta cargos de robo con agravantes. Si es acusado de divulgar secretos de Estado podría ir preso hasta 30 años.