La Justicia francesa ha condenado la compañía a pagar una multa de 75.000 euros, la máxima prevista, por haber expuesto a sus trabajadores al peligro del amianto entre 1998 y 2001. El tribunal de Apelación de Douai confirmó hoy la pena impuesta el 4 de septiembre de 2006 por el tribunal Correccional de Lille y la petición de la Fiscalía. Ademas, el tribunal ha decretado tres meses de prisión condicional y 3.000 euros de multa para el entonces director de la empresa, Bernard Gómez. La compañía fue denunciada por "haber puesto en peligro" la vida de los trabajadores de la fábrica de Lys-lez-Lannoy (en el Norte de Francia) entre 1998 y 2001, al haber "violado de manera manifiestamente deliberada una obligación reglamentaria de seguridad o prudencia".