"No soy proteccionista. Pero no es posible que los poderes públicos no estén alerta cuando un gran actor bancario francés está amenazado", afirmó el presidente galo, Nicolas Sarkozy, en el diario Le Figaro al ser preguntado si es hostil por principio a que un banco extranjero se haga con el control de la entidad financiera, a la que cortejan algunos bancos foráneos a raíz de la crisis que sufre tras haber perdido miles de millones de euros tras un presunto fraude bancario. Para justificar su argumento recordó que un ex ministro de Finanzas francés solía decir que desconfiaba de la injerencia del Estado. "Tiene razón, pero yo todavía no he digerido la desaparicion de Pechiney", añadió en referencia al trauma que supuso en Francia la opa de la canadiense Alcan contra la joya de la corona del sector del aluminio francés.