
El Fondo Monetario Internacional (FMI) insistió en la necesidad de equilibrar ajustes con estímulos económicos para lograr una consolidación "a mediano plazo" y pronosticó que las economías avanzadas volverán al "crecimiento normal en dos o tres años".
Como ha reiterado a lo largo de la semana de actividades en el marco de sus encuentros de primavera, el FMI ha advertido sobre los peligros de ajustes fiscales demasiado rápidos que dañen la "fragilidad" de la recuperación en algunos países.
Las previsiones del fondo elevaron levemente el crecimiento mundial esperado para 2012 y 2013, hasta el 3,5 % y 4,1 %, dos décimas por encima de sus últimas estimaciones de enero, impulsada por las señales positivas de la economía de EE.UU. y los emergentes.
Sin embargo, Europa cerrará este año en recesión, con una contracción del 0,3 % y crecerá un 0,9 % en 2013.
El único punto en el que aún debe cerrarse un acuerdo es la aportación de China, Brasil o Rusia, quienes han dado su apoyo explícito al refuerzo del cortafuegos del FMI pero han evitado concretar una cifra exacta.Pese a eludir cuidadosamente las dudas de los mercados sobre España e Italia, que han sufrido en los últimos días un repunte de las primas de riesgo de sus deudas soberanas, Lagarde apoyó las reformas y los "serios esfuerzos" aplicados por los Gobiernos de esos países.
Otro de los focos de la reunión fue la insistencia de las naciones emergentes, con China y Brasil a la cabeza, por acelerar el proceso de reforma del sistema de cuotas (que determinan el poder de voto y el acceso a financiamiento) en el seno del FMI al considerarlo "lento y limitado".
EE.UU. se ha limitado a insistir en su apoyo a las instituciones multilaterales sin comprometer más fondos, algo especialmente complicado en un año de elecciones presidenciales como el actual.