
ACS ha iniciado la venta de un 3,69% del capital de Iberdrola (de la que es el primer accionista con un 18,6%) valorado en unos 884 millones de euros a los actuales precios de mercado. Así lo ha informado la compañía a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
Una vez concluya la operación, el grupo constructor se mantendrá como primer accionista de la eléctrica con una participación del 15%.
En concreto, el grupo presidido por Florentino Pérez ha decidido iniciar, a través de UBS y de Société Générale, un proceso de colocación acelerada ('accelerated bookbuilding') de este paquete accionarial entre inversores profesionales y cualificados, tanto residentes en España como en el extranjero.
ACS, que carga con una deuda que supera los 9.000 millones de euros, arrastra grandes minusvalías latentes por su participación en Iberdrola, al tener contabilizadas las acciones de la eléctrica a un precio medio de 7,1 euros por acción. No obstante, Iberdrola ha cerrado este martes a 3,901 euros por título.
La cotización de ACS se ha visto afectada recientemente por el retroceso en bolsa de Iberdrola y el hecho de que la constructora tiene que hacer frente a la deuda contraída al respecto, porque el aval de la misma es el valor de sus acciones. De ahí que, según los analistas de Credit Suisse, ACS esté abocada a aportar garantías que podrían alcanzar los 422 millones. Esa situación le habría impulsado a reducir su presencia en la eléctrica.
En concreto, y según apuntaba Credit Suisse la semana pasada, la constructora tendrá que hacer este desembolso por cada pérdida de 0,5 euros en la cotización del grupo que preside Ignacio Sánchez Galán, toda vez que la acción ya está por debajo de los 4 euros (3,9 euros al cierre de hoy). A partir de este valor se encienden las alarmas de las distintas sociedades en las que mantiene su participación de un 18%. El principal problema es que la deuda asociada a Iberdrola (más de 4.962 millones) es en estos momentos mayor que el valor del 18,5% del capital que tiene.
Además, la capitalización de ACS es tan sólo de unos 5.500 millones. Razón por la que la firma ha reducido su precio objetivo de 18 a 13 euros, pero no sólo por las minusvalías en Iberdrola, sino también por las acumuladas en Hochtief, que se acercan a los 1.000 millones.
Según el comunicado remitido a la CNMV, la colocación tendrá una duración no superior a un día hábil y durante el mismo los bancos colocadores harán labores de difusión y de promoción de la colocación a fin de obtener indicaciones de interés o propuestas de adquisición de las acciones por parte de potenciales inversores. Al fin del periodo de prospección de la demanda, ACS y los bancos decidirán el precio de venta de las acciones.
Una participación estratégica
El presidente de ACS siempre ha considerado "estratégica" su participación en Iberdrola y ha defendido su vocación de permanencia" en la compañía, así como la necesidad de estar en su consejo para "contribuir a su desarrollo empresarial, potenciar su función económica y social, y crear valor para todos los accionistas".
Con todo, ACS no está presente en el consejo de administración de la eléctrica. La compañía ha recurrido a los tribunales para que determinen sobre su eventual derecho a contar con representación en el máximo órgano de gestión de la compañía. Iberdrola se opone por considerar que se trata de una empresa competidora.
En la actualidad, ACS tiene recurrido ante el Tribunal Supremo el rechazo de la Audiencia Provincial de Vizcaya a la impugnación de la junta de Iberdrola de 2010, que le impidió nombrar un consejero. En paralelo, tiene recurrida ante la Audiencia Provincial de Vizcaya el rechazo de un juzgado Mercantil de Bilbao a la impugnación de la junta de Iberdrola de 2011.