Decenas de miles de sirios se manifestaron este viernes para poner a prueba el compromiso del régimen de respetar el plan de paz internacional, pero el cese del fuego, ya precario, fue nuevamente amenazado por la muerte de seis civiles a manos de las fuerzas del gobierno.
Desde la entrada en vigencia de la tregua, el jueves en la mañana, los balances marcan sin embargo una clara diferencia con los últimos días, cuando los muertos se contaban diariamente por decenas.
A favor de la tregua, la comunidad internacional examina el envío de observadores para vigilar la aplicación en el terreno del plan del emisario internacional Kofi Annan, que reclamó el viernes un "acceso humanitario" a Siria.