Skanska y FCC se han adjudicado en consorcio la construcción y posterior explotación de una planta de tratamiento de residuos en Reino Unido por unos 170 millones de libras (unos 205 millones de euros), que será además capaz de producir electricidad.
La firma sueca se encargará de la construcción de la planta y FCC de su posterior explotación durante un periodo de 25 años, a través de su filial de servicios británica Waste Recycling Group (WRG), según informó esta empresa.
Con este proyecto, el grupo que controla Esther Koplowitz refuerza su presencia en el mercado de residuos y energético británico, y da así un paso más en su estrategia de internacionalización.