El primer ministro italiano, Mario Monti, ha pedido al Gobierno chino que aumente sus inversiones en Italia, al mismo tiempo que le ha garantizado que la crisis de la deuda que acucia a la eurozona está cerca de resolverse, gracias a las drásticas reformas económicas que ha implementado su Ejecutivo.
Después de reunirse con el presidente chino, Wen Jiabao, y el presidente de la Corporación de Inversión de China (CIC), Lou Jiwei, Monti ha asegurado que las autoridades chinas han mostrado un "nuevo entusiasmo" en Italia.
Además, Monti ha esgrimido cierto optimismo sobre la coyuntura de la zona euro. "Nadie considera que la crisis de la eurozona ha finalizado totalmente, pero sí pienso que sería una actitud peligrosa para la política italiana si pasamos a un estado de complacencia", ha advertido el mandatario italiano.
En el marco de una gira asiática que le ha llevado a Kazajistán, Corea del Sur y Japón, en su última parada, Monti ha enfatizado que el Gobierno italiano ha promulgado "drásticas" medidas de austeridad con el fin de evitar "terminar como Grecia".