Autoridades en Italia informaron que finalizaron la extracción de todo el combustible que quedaba en el pecio del crucero Costa Concordia, dos meses después de que naufragara frente a las costas italianas.
Las operaciones de extracción de las 2.300 toneladas de combustible se dieron como "técnicamente" terminadas, mientras aseguraron que no detectaron en la zona ninguna contaminación significativa.
Treinta personas murieron en el desastre y otras dos permanecen desaparecidas.
Los fiscales italianos han acusado al capitán del barco, Francesco Schettino de causar el accidente por acercarse demasiado a la orilla.