La cumbre de Centroamérica para debatir la propuesta de Guatemala de despenalización de la droga comenzó este sábado con la sensible ausencia de los presidentes de Honduras, El Salvador y Nicaragua, la mitad de la región.
La cita inició con cuatro horas de retraso, cerca de las 14:00 locales (20:00 GMT) en la colonial ciudad de Antigua, 45 km al suroeste de la capital, con la única presencia de los mandatarios Laura Chinchilla (Costa Rica) y Ricardo Martinelli (Panamá), además del anfitrión Otto Pérez, en la turística ciudad de Antigua, 45 km al suroeste de la capital.
El presidente de Guatemala, Otto Pérez, pidió este sábado romper tabúes y analizar la despenalización de la droga para enfrentar la violencia del narcotráfico, durante una cumbre centroamericana marcada por la ausencia de tres de los seis mandatarios de la región.
Pérez Molina ha culpado a los carteles de drogas por los altos índices de violencia en Guatemala, un país de 14 millones de habitantes invadido por las pandillas y los carteles de drogas mexicanos con una tasa de homicidios de 41 por cada 100.000 habitantes según la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, casi tres veces mayor que la del vecino México.
La violencia llegó a niveles sin precedentes en Centroamérica, convertida en la zona sin conflicto bélico más violenta del mundo, con unos 20.000 asesinatos en 2011, el 90% concentrados en Honduras, Guatemala y El Salvador.
Según la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (CICIG), creada en 2006 en colaboración con las Naciones Unidas para apoyar el aparato judicial nacional, en ese país cerca del 97% de los delitos graves quedan impunes.