El presidente de Nigeria, Goodluck Jonathan, ha pedido a los ciudadanos no tomar la ley en sus manos, tras el reciente atentado contra una iglesia católica en el pueblo de Jos, en el centro del país.
Jonathan intenta controlar las acciones de grupos de jóvenes que tomaron las calles de Jos persiguiendo a musulmanes, quemando sus casas y negocios en Jos.
Se informa que diez personas han muerto en el atentado, el segundo que se produce en Jobs en menos de dos semanas.
Todavía se desconoce quién puede ser el autor de la acción.
Recientemente los activistas del grupo islámico radical Boko Haram aseguraron que eran responsables de una acción similar contra una iglesia católica el mes pasado en la que murieron 3 personas.
Boko Haram también se adjudicó la autoría de una serie de explosiones en Jos a fines del año pasado que dejaron 80 muertos.
