Gran parte de Japón se paralizará este domingo cuando la gente haga una pausa de reflexión en el momento exacto, hace un año, en que el noreste del país fue azotado por un catastrófico terremoto y un tsunami.
La tragedia dejó casi 20.000 personas muertas o desaparecidas y provocó la crisis nuclear en Fukushima.
En Tokio se realizará una ceremonia nacional de recordación, con el emperador y el primer ministro conduciendo las oraciones por aquellos que perdieron sus vidas en el peor desastre de posguerra ocurrido en Japón.