Los muertos ya han superado la cifra de 9 000 (incluyendo 524 menores y 288 mujeres) desde el inicio de las protestas contra el gobierno de Assad (casi un año atrás).
La Cruz Roja trataba sin éxito de entrar en Baba Amr, el bastión rebelde de Homs que pasó jueves a control del Ejército sirio, tras semanas de intensos bombardeos. La asistencia está atascada, pese a las presiones internacionales para que Damasco permita la llegada de ayuda humanitaria.
De acuerdo con una red opositora Siria defensora de los derechos humanos, 44 soldados desertores fueron ejecutados sumariamente en la provincia de Idlib. Las ejecuciones pretenden disuadir a los soldados sirios de desertar.