El Gobierno de Estados Unidos condenó hoy los "horrorosos" episodios de violencia de las últimas horas en Siria y especialmente en la localidad de Homs, e instó a Rusia y China a "asumir su responsabilidad" por la represión.
La Casa Blanca y el Departamento de Estado expresaron su indignación ante una nueva jornada sangrienta en Siria, donde murieron al menos 61 personas, y ante las trabas de Damasco al acceso del convoy de ayuda humanitaria de la Cruz Roja que hoy vio frustrados sus planes de llegar al barrio de Baba Amro, en Homs.
"La brutalidad desplegada en la ciudad de Homs en las últimas 24 a 48 horas es vergonzosa y horrorosa, y debe ser condenada por todas las naciones del mundo", dijo el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney.