Una vez más, el ex jefe del gobierno italiano, Silvio Berlusconi, acusado de soborno en el interminable caso Mills, se ha beneficiado de la prescripción del delito acordada este sábado por un tribunal de Milán.
La fiscalía había pedido cinco años de cárcel y la defensa reclamaba la absolución o si no la prescripción.La jueza Francesca Vitale, tras retirarse unas tres horas en la cámara del consejo, anunció en menos de un minuto la prescripción del delito en una sala de audiencia repleta de periodistas.El fiscal, Fabio de Pasquale, se limitó en declarar a la prensa: "Sólo quiero irme".
Los abogados del Cavaliere rechazaron comentar la sentencia y abandonaron rápidamente el tribunal en un gran todoterreno negro.
En cuanto al principal interesado, no acudió al tribunal. Vestido con una cazadora de piloto que le regaló su amigo Vladimir Putin (primer ministro ruso), Berlusconi había abandonado por la mañana su domicilio de Roma, rumbo a Milán, para asistir a un partido de fútbol entre el equipo del que es propietario, el AC Milan, y la Juventus de Turín.
En este proceso, Berlusconi estaba acusado de haber "comprado" por 600.000 dólares el falso testimonio de su ex abogado británico David Mills en varios juicios celebrados en los años 1990.
El abogado ya se declaró culpable, en un proceso paralelo, de haber recibido el dinero de Berlusconi, por lo que fue condenado en febrero de 2009 en primera instancia a cuatro años y medio de prisión, pena confirmada en apelación. La Corte de Casación decretó la prescripción del delito en febrero de 2010, aunque denunció la existencia de "un caso de corrupción gravísimo".
El magnate de la prensa lo intentó todo para escapar al veredicto de los jueces, incluida una recusación en el último minuto del tribunal de Milán, al que acusó de haber pronunciado "una sentencia anticipada" de culpabilidad al rechazar algunos testigos de la defensa. La demanda fue rechazada.