Miembros del clan Jodorovich se sientan este jueves en el banquillo de los acusados de la Audiencia de Barcelona por presunto tráfico de drogas y se enfrentan a penas de entre 10 y 15 años de prisión, acusados de un delito contra la salud pública de "sustancias que causan un grave daño a la salud en cantidad notoria".
Así lo ha determinado el Ministerio Fiscal en sus conclusiones provisionales, cuyo texto detalla que la mayoría de los procesados eran familiares e "integraron un grupo organizado que se dedicó de manera habitual y continuada a la distribución y venta de cocaína, y ocasionalmente de hachís".
Según el escrito, la actividad delictiva --se concentró entre 2006 y junio del 2008-- se realizaba en los domicilios donde vivían algunos de los traficantes encausados, de forma que la comunicación era fluida, por lo que "permitía el fácil acceso de una vivienda a otra para el suministro de sustancias para su ocultación y para la recogida de las ganancias derivadas de las ventas", además de tener controlada a la policía.