La Comisión Europea acusó hoy formalmente al productor canadiense de aluminio de abuso de posición dominante por obligar a los clientes que quieren adquirir su tecnología de fundido de aluminio, dominante en el sector, a comprar también los equipos de manejo de los fundidores que fabrica su filial ECL. Si se confirma esta acusación, Bruselas podría imponer una multa de hasta el 10% del volumen de negocios de Alcan. El Ejecutivo comunitario dijo el comportamiento de la empresa canadiense podría estar limitando la innovación en el sector de producción de aluminio y tener un impacto negativo para la competencia en el mercado mundial de aluminio, valorado en 70.000 millones de euros, y en todos los sectores de la industria europea que lo utilizan como materia prima.